Llega una pelota humana
sube, arrasa, enloda el universo.
Unos pretenden llegar a los lugares,
otros a tus versos.
Las manos, la vigilia, los canales.
Tu mirada me disipa la mente
Mientras tus colegas sustraen cualquier cosa posible.
Ha estado vibrando el celular.
silencioso deslizas las manos,
acaparando el movimiento estruendoso y amasante del público.
Una historia de cadenas, bicicleta y carreras vuelve,
No importa si es una u otra verdad,
si de mirar, tocar, si de mí o de los otros.
Ya tienen la estrategia,
hoy replico en mi mente,
objetos en falta,
peligros,
bondades, descuidos,
la perfecta disolvente mentira del hábil del robo.
Las pérdidas son incorruptibles,
no están los objetos,
y el desapego no me salva,
la palmada, o la ganancia de la falta,
¿qué son los objetos?
¿qué dice tu team arrasador?
No corrió sangre,
temblores, escalofríos, divagaciones.
No saltaron más que los abruptos impotentes de otras víctimas.
Quiso el compromiso volar,
las piedras,
la comunicación,
la violación del espacio,
la muerte negra de los encantos.
Vuelve esa sensación,
serán otros ladrones,
otras víctimas,
otras vidas.
El ciclo es la amalgama indecorosa de tu edad,
tal vez, sea tu estreno,
tal vez,
mientras no me acostumbre,
saltan las irreverencias como en un cuadro de Dalí.
País sin tiempos,
abstracciones diarias,
migraciones peremnes.
Ya soy la vendutta de lo dejado,
sin tiempos,
entre el minuto "darme cuenta"
al de "ya bajó"
Se agolpan opiniones en mis sienes,
caballos galopantes circundan,
no es nada, amor,
sigues tú.
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