sábado, 10 de noviembre de 2018

El mar




Amo mi pedazo de mar
Amo la luna
Amo lo que se me pierde en lontananza
Amo tu mirada escudriñando la mía,
Perdida en la distancia.

 Amo la historia que me traen las olas

Amo la brisa que tienta mis ganas
Amo el silencio infinito de lo calmo

Amo las piedras resistentes de la orilla
amo esos yates que cruzan mi silencio
y albergan el reposo de la gaviota, tenue
y al son del viento
las nubes se inventan la espesura
de algodones moldeables
en paisajes de altura.





Amo la isla,
Sus islas familiares.
Amo el golpeteo de las olas en su costa
siento en la piel como baña,
como se aleja
esa agua que el beso costero hace espumosa.


Amo los cangrejitos ajenos
a la mirada de los tiempos,
al erizo que pincha cuando besa.
A los paquetes
que el folclor hace alejar
en encomiendas a Yemanyá
que tal si la brasileña estuviera en la cubana
o la cubana en la brasilera.
Ella viene y va
sus ofrendas solo la acicalan.


Cuba azul lo entrega sin miramientos
es su diosa marina
¿De habla portuguesa?,
en fin,
hermana de su esfinge.
 Cubana o brasilera
de todos, de añoranza,
de sueños y suspiros,
de viajes y silencios.
Oh, mar embustero,
de poemas sin nombre
horizonte ominoso
que en mi pecho regala
la caricia a distancia
del que se ha ido y no nombro,
de quien sella la mente,
de quien pierde la ofrenda.



Amo esa historia sin permisos
amo a esa hormiga
ya que me despide
con un beso mi calma.




Amo mi pedazo de mar
amo el sol que ya levanta su historia
amo lo que se pierde en lontananza.


Yirian García de la Torre,
26 de septiembre de 2018,
rumbo a
#LaHabana500
 

 Mares de #LaHabana500


Malecón habanero, costas de 
Santiago de Cuba y
Varadero...
Olas que me hacen pensar, 
aguas calmas de mi vida...









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