En esta hora, declaro, una máxima de "regresión" para desear lo mejor a una acción necesaria.
Una "regresión", dedoble holístico para hacer realidad un hecho, de doble nacimiento, de meta, de realización.
Cuba tiene esos detalles, la cualidad de apelar a "Santa Bárbara", cuando truena y hacerse válida la fe momentánea.
Por mi parte, clamo en la poesía de otros muchos en etapas anteriores que vertieron su fe en una oración poderosa para que hoy se eclamen entuertos o metas de toda índole.
Siempre hay ese Dios, bien puedes ser tú misma, que define la poesía de cantar loas a una divinidad determinada, la que nos toca por la libreta de nombre, numerabilidad, o servicio cósmico, como gránulo genuino del universo que habitamos.
Ahí va, sin dilación alguna, con la más ferviente fe de un dios que conoce mis momentos...
Esta oración es copia de la que dejó la VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE para las mujeres cuando los tres Juanes navegaban por el mar, vino una tormenta de agua y los viró y se estaban ahogando; y como eran devotos de la Virgen de la Caridad y la llevaron en una reliquia en el cuello, cuando se vieron perdidos llamaron por ella y se les apareció en cama y los salvó a los tres, a Juan Odio, a Juan Indio y a Juan Esclavo, luego de haberlo puesto en salvo, les dijo estas palabras:
“Sabed, mis queridos hijos, que soy la Reina Madre de Dios Todopoderoso; y los que crean en mi gran poder y sean devotos mío siempre conservaran mi estampa en una reliquia para que les acompañe y con esta, estarán libres de todas las cosas malas, estarán libres de toda muerte repentina…no podrá morderle ningún perro con rabia, ni ningún animal malo…estarán libres de accidentes y aunque una mujer esté sola no tendrá miedo a nadie, porque nunca verá visiones de ningún muerto ni cosas malas, diciendo esto:“La Caridad me acompaña y su Amén Jesús”. Y luego a Juan Esclavo: “Juan aquí dejo Hijo…con los Santos Evangelios y la Cruz en que murió, esta oración para cuando una mujer este de parto y se halle afligida por los dolores tan fuertes que siente en su corazón y que un mal parto trae malas resultas, hasta perder la vida, que ponga esta oración en el vientre, haciendo la señal de la Cruz, en memoria de los siete dolores que yo tuve tan fuertes y que desde lo alto del cielo alcanzará la bendición de Dios y una Salve a la Santísima Virgen de la Caridad, parirá su hijo sin peligro”.
